sábado, 29 de noviembre de 2008

Gran error docente Nº1: El escasísimo tiempo de práctica de un tema nuevo EN CLASE. - La tarea.


Los chicos saben que para andar en roller o en bicicleta tienen que subirse y andar y caerse... una y otra y otra vez. Unos entienden más rápidamente cuestiones de equilibrio, cómo doblar, cuándo frenar... a otros les lleva más tiempo. A la larga, todos lo logran. Pero, claro, en general, sus papás, hermanos mayores o un amigo más experimentado, le explican cuál es el mecanismo. También es cierto que la sensación de “andar en bici” (o rollers) es placentera, al punto de querer reintentar a pesar de las caídas.
“El cerebro es un músculo –decía un profesor mío de Didáctica de las Ciencias Naturales- Y como tal, hay que ejercitarlo para que no se atrofie con el tiempo”.
Bien. La práctica ideal para adquirir conocimientos matemáticos o lingüísticos, no se logra ni en la escuela, ni en la casa. Y debido a que no se alcanza el tiempo de práctica necesario, los chicos no llegan a adquirir los conocimientos mínimos elementales, ni la seguridad en cuanto a su aplicación...

¿Por qué en la escuela no logramos el tiempo de práctica?

Hay gran cantidad de temas que se repiten de un año a otro y, en teoría, deberían profundizarse. Pero, a menudo, uno se encuentra con que los chicos olvidaron completamente lo que vieron el año anterior. Así, un tema que sólo teníamos previsto como repaso, lleva un tiempo mucho más prolongado (a veces, hasta requiere comenzar “de cero”), y los siguientes temas relacionados comienzan a acumularse. (Por ejemplo, uno de los mayores problemas que tienen los chicos de 4to. a 6to. grado se da con MCM, DCM, ángulos. O de 3ro. a 5to. con reconocimiento de sustantivo, adjetivo, verbo y su clasificación. A los 12 años, es probable que no sepan trabajar en equipo ni realizar lecturas comprensivas).
El primer intento que vi que realiza la mayoría de los docentes, con ánimo de superar esta situación, es que el repaso se realice en casa, como tarea.
La tarea se convierte en una tortura para los padres y no funciona en lo absoluto como respuesta a la situación antes prevista.

¿Por qué la tarea no es una solución, sino un nuevo problema?

Por los siguientes puntos:
* La mayoría de los padres trabaja y tiene horarios demasiado estructurados, demasiado ocupados. A la hora que podrían acompañar a sus hijos, ellos están cansados y se dispersan con facilidad, no quieren hacer nada y la tarea se convierte en un “tire y afloje”, o peor, en un campo de batalla.
* En Argentina, la mayoría de las familias tipo tienen dos, tres hijos o más. Ante la imposibilidad de ocuparse de todos a la vez, los padres delegan a veces en el hermano mayor el acompañar en la realización de la tarea. Para el hermano mayor, es más fácil hacerla, que explicarle o esperar los tiempos más prolongados de su hermanito.
* Los padres descubren que no entienden o desconocen el tema de la tarea. En la carpeta no se tomó nota de la teoría con los ejemplos correspondientes (o se lo hizo muy escuetamente), de manera que el padre desconoce el tema y no sabe dónde, o cómo informarse para re-explicárselo a su hijo. Vi muchísimas carpetas en las que sólo se asienta la ejercitación que se realizó en el colegio, porque “lo que explicó la seño está en el manual”, y en el manual está en forma tan mínima, que los padres no tienen realmente a quién recurrir. Un ejemplo claro y real: 3er. grado. Varias páginas del manual, de diferentes temas (no relacionados entre sí) como tarea (Excesivo. La práctica de demasiados conceptos juntos, confunde en lugar de fijar conocimientos). Una de las consignas de uno de los ejercicios: "Encuentra el cociente según la tabla pitagórica". La mamá y la abuela no recuerdan qué era el COCIENTE (Y no prejuzguemos: NO TIENEN POR QUÉ SABERLO. LOS MAESTROS SOMOS NOSOTROS). Tampoco saben qué será la TABLA PITAGÓRICA. Se desesperan por averiguarlo. Le preguntan al niño (el chiquito...¿no prestó atención o el tema se dio como tarea repaso y no lo vieron en clase?). Consultan por teléfono, hasta que dan con alguien que lo sabe, pero ya pasó tanto tiempo que es preferible que lo copie en lugar de resolverlo. Nuestro alumno ya odia el tema antes de aprenderlo. Hasta es probable que ante alguna tarea “se enferme”, aprenda a mentir (“me olvidé las hojas en casa”, “lo dejé debajo del banco y no pude hacerlo”, “¿no lo llevó para corregir? entonces lo habré perdido”, etc. etc.). MUY POCAS VECES UN ALUMNO DIRÁ “NO LO ENTENDÍ” (por no pasar vergüenza, por no escuchar “¿y dónde estabas cuándo lo expliqué, querido?”, o por lo que sea).

En resumen:

* Los maestros siempre decimos que poner límites es una responsabilidad de la familia, en la que la escuela acompaña. Entonces, tengamos en cuenta que LA ENSEÑANZA DE CONOCIMIENTOS ES UNA RESPONSABILIDAD DE LA ESCUELA, EN LA QUE LA FAMILIA SÓLO DEBE ACOMPAÑAR. No es responsabilidad de ningún padre ni hermano mayor enseñarle ningún tema a un chico (ni siquiera al niño que molesta o no hace nada en la escuela).
* Hagamos placentero el aprendizaje. No sólo divertido, sino placentero. Seamos capaces de reír, de abrazar, de conversar, de relacionarlo con cosas de la vida cotidiana. Dejemos nuestras broncas, tristezas y decepciones en la puerta, para poder ver las broncas, tristezas y decepciones de nuestros alumnos.
* Repasemos y practiquemos juntos en la escuela.
* No corramos con diez temas a la vez. Vayamos paso por paso. Cuando quedó claro “múltiplos”, cuando se practicó lo suficiente (en clase), cuando ya todos lo comprendan, recién pasemos al “múltiplo común”. Y recién cuando quedó claro esto, a encontrar el “múltiplo común menor”. Y después a las diferentes formas de hacerlo. Sé que parece una pavada, pero es horrible lo que se ve desde afuera como maestra de apoyo. Hay temas que se "¿enseñan?" en dos horas de clase, se repasan como tarea, y jamás se aprenden.
* A veces, los repasos tediosos son necesarios. En el mundo adulto, también nos vemos obligados a hacer cosas tediosas y la solución no es dejar de hacerlas, sino intercalarlas con otras que sean más dinámicas y divertidas. Entonces, la forma de alivianar el repaso “pesado” es intercalarlo con algo placentero (por ejemplo, luego de la clase de Educación Física, donde hay mucho movimiento, gran desgaste físico de energía, y un ambiente lúdico, será más fácil permanecer sentados y concentrados en un tema, ya al volver al aula).
* Tengamos siempre presente que, como dice el escritor Oscar Capobianco, "Si el mundo fuera llano, no aprenderíamos a saltar"

"QUE LA ENSEÑANZA SEA PARA LOS DOCENTES UN GRAN DESAFÍO QUE NOS ESTIMULE PARA IR MÁS ALLÁ, PARA BUSCAR NUEVOS CAMINOS..."

¡Mucha suerte!

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